Select your language

viernes, 6 de febrero de 2015

Y se nos puso un brillo en la mirada que resaltaba mi sonrisa en tu boca, tus labios en mi hombro.
 Y nos besamos de Oscar y casi nos quisimos como en las canciones sin final. Cuando la realidad era el deseo y nuestro momento no era de este mundo.
Tu caricia en mi pelo, y mi cuello en tu pecho. Dejé de ser yo y quisiste ser mío.
El frío es bueno para dejar de sentir o quizá la oportunidad para sentir más que nunca. Para acostarse y embelesarse, para tener mis manos frías dentro de las tuyas en tus mejillas, para hacer el amor y que no importe nada más.
Que bien me siento cuando por mi misma sé encontrar lo que me falta en cada momento, cuando sé exactamente si prefiero café o cola cao, si prefiero cama y peli o paseo y nieve en mi cara; quizá no haya mayor satisfacción que la de encontrarse a uno mismo y emocionarte por ello, quizá sea ese un gran logro y muchos tengan razón, pero yo soy más feliz cuando tú me miras. Y es que a veces no hay palabras suficientes, pero sí abrazos. Y es que a veces te inventas ñoñerías para darle forma a lo que sientes, y lo utilizo para tumbarme contigo y mirarte, y tocarte el pelo, sabiendo que en la calle nieva y es invierno, pero en nuestra cama no.
Y ahora que no estás, no vuelo alto, no siento el frío reconfortante, tendré que imaginar que respiras en mi espalda, y me besas y me susurras.


En una de tantas capas de las que estoy compuesta, mis frases siempre acaban de la misma manera y  es que creo que tardaré mucho en contártelo, a pesar de eso, necesito acabarlas así porque me da pánico que se olvide, que entre estas largas y eternas distancias, tuvieses un vacío que te hiciese dudar por un momento. Por eso solo quiero recordarlo una y otra vez al menos dentro de mí. 

Wxyz

No hay comentarios:

Publicar un comentario