Select your language

jueves, 12 de febrero de 2015



De esos fríos inviernos solitarios en los que me buscabas ya no quedan, se fueron cayendo uno a uno como hojas de éstos árboles que ahora son mi do menor. Entre los libros que llenaban la mesa blanca de la esquina están eso que llamabas antiverso que te escribía cuando empezabas a irte y sólo yo me daba cuenta. Los que te hacían gracia por decir estupideces tan ciertas como mi anhelo por el mar. De esos fríos inviernos solitarios en los que me buscabas a las tantas de la madrugada para salir a saltar y no morir de frío ya no quedan, dejaron de formar parte de la colección de momentos supremos porque sencillamente evaporaste todas las esencias que contenían mientras estuvimos juntos.



Wxyz

No hay comentarios:

Publicar un comentario