Select your language

domingo, 1 de marzo de 2015

Que maravilla cuando me tachas creyendo que no te veo. Y te escapas, y me quedo plantada en medio de la calle mirando por donde has venido a dejar sobre la acera, la caja de madera que te di hace meses. Donde tenías guardado hasta el último tapón de botellas del mundo, de tu mundo recorrido de punta a punta. Casi de la misma manera que recorriste mi cuerpo, no como un viaje rápido y con billete de vuelta, pero sí inesperado y desconcertante. Tanto, que de tanta magia que había, se ha ido como el viento por miedos terrenales que provocamos desde el momento en el que tocaste mi pelo con tus manos frías del desierto entre las nubes por donde viniste. Donde dejaste las ganas con las que nos comíamos a suspiros. Bilateralmente fluían por mar, por tierra y por aire. Sobre ruedas, aspas o hélices de motores que éramos capaces de mover tú y yo.

Wxyz

No hay comentarios:

Publicar un comentario